Por Carlos Godoy
Así como la noticia de que de la lectura de los WhatsApp de una investigación sobre coimas en la contratación de seguros estatales llevó a la noticia que un ex presidente había incurrido en violencia de género, el corte en la provisión de electricidad llevó a develar la verdadera dramática situación de fragilidad del sistema de captación, potabilización y distribución de agua potable en Paraná. Que la población y los gobiernos se anoticien de la realidad y tomen conciencia de ella, está por verse.
Por lo pronto, así como las centrales hidroeléctricas brasileras hace unos años terminaron sirviendo de justificación de la falta de agua de Paraná por la bajante provocada del río; un eventual corte de luz explicará que no haya clases en una escuela técnica de Paraná por la falta de agua y que las piletas de Lola Mora y Parque del Lago se vacíen rápidamente dejando sin agua gran parte de la ciudad de Paraná.
Los brasileros y ENERSA son los malos.
Nadie dude de los ingenieros de obras sanitarias municipal.
El corte de electricidad se produjo a la medianoche y por tres horas. El caudal de agua a consumir al día siguiente debía estar en reserva en los cuatro centros de distribución (como la carne del consumo del día siguiente en las heladeras de las carnicerías, el pan en los hornos de las panaderías, la leche en las distribuidoras lácteas, la mercadería en los comercios, los combustibles en los tanques de las estaciones de servicio) (Sólo Dios sabe si esto fue así). Durante las tres horas sin energía no solo se interrumpió la captación del agua del río, se afectó el proceso de potabilización, se pausó la alimentación de los centros de distribución, y se vaciaron vertiginosamente las piletas de Lola Mora y Parque del Lago. Procesos de secuencia escalonada cronológicamente (procesos que suceden en un lapso de muchas horas del día) fueron afectados directamente en un muy corto lapso. Tiempo atrás, en ocasión de probarse la válvula del caño de 900 de alimentación de Lola Mora, al pararse el bombeo las piletas de Lola Mora y Parque del Lago se vaciaron en una hora. La descripción de la situación indica que la fragilidad del sistema de producción y distribución de agua de Paraná está en una situación muy lejana notablemente a una situación de normalidad.
Quien escribe estas líneas hace varios años propuso, teniendo en cuenta los continuos problemas en el servicio de agua de la ciudad, la necesidad y urgencia de realizar una intervención de organismos externos competentes que inspeccionara el sistema y emitiera un diagnóstico del servicio de captación, potabilización y distribución de agua de Paraná. Y que a la vez, esta comisión externa con intervención de universidades, colegios de profesionales y otros organismos competentes aconsejara las acciones pertinentes a la solución de tan evidentemente delicada y grave situación.
La urgencia, e importancia notable de la necesidad de reiniciar la obra interrumpida por el gobierno nacional en diciembre de 2023, obra que actualizaba, corregía deficiencias constructivas del 2.007, reponía elementos necesarios del sistema, agregando los aspectos que afloran y aparecerán en la información y una inspección actual, aparece como la lógica salida y solución verdadera y genuina a la que se debieran apuntar esfuerzos y las acciones de pueblo y gobierno, pertinentes y efectivas.
Arquímedes, desde su tumba y 2.500 años atrás mira a los ingenieros de obras sanitarias municipal con una sonrisa y en la mano la formula pi x r2 y con sorna les dice que no pueden sustituir un caño de 900 por uno de 600.
Los ingenieros de obras sanitarias municipal: bien, gracias, algunos jubilados, sobreviviendo; otros están muertos, felices en el más allá.